Ha fallecido en Valencia a los 92 años de edad el médico estomatógolo Enrique Llobell Palanca, que fue jefe del Servicio de Cirugía Maxilofacial en el Hospital La Fe de Valencia desde su creación hasta su jubilación en 1995.
Nacido el 6 de noviembre de 1925 en Barcelona, donde se había instalado su padre, natural de Benitatxell, Enrique Llobell dedicó su vida a la cirugía oral y maxilofacial, una vocación que fue además su gran pasión. Dio sus primeros pasos de la mano de su padre, odontólogo que trabajó durante la guerra en el Hospital Militar de Valencia y en la clínica instalada en el museo San Pío V, a las órdenes del coronel Adolfo Rincón de Arellano. Terminada la contienda, el padre de Enrique Llobell prosiguió con su clínica situada en la calle Cádiz, donde se hizo muy conocido durante varias décadas como el odontólogo del barrio Ruzafa. No pudo conocer a su madre, fallecida al poco de nacer él en un trágico accidente.
Llobell Palanca revolucionó la cirugía maxilofacial cuando en 1985 presentó en el centenario del Memorial Sloam Kettering Cancer Center de Nueva York su innovadora técnica sobre reconstrucción del cáncer avanzado de cara y cuello. Una técnica hoy reconocida internacionalmente que permitió la extirpación y reconstrucción en el mismo acto de grandes tumores maxilofaciales.
Actualmente viven muchos pacientes operados por él en los años 80 y que estaban desahuciados antes de que fueran intervenidos por Llobell.
Siempre a la vanguardia, trajo a España el primer ortopantomógrafo en 1969. Durante su brillante carrera desarrolló también técnicas quirúrgicas como la ‘osteotomía intraoral arqueada para progenie’. Además, el fallecido cirujano es autor de trabajos publicados en revistas especializadas y congresos de Traumatología, Ortodoncia, Cirugía Maxilofacial y Radiología Dentomaxilofacial.
Obtuvo múltiples reconocimientos a lo largo de su vida entre los que destaca el premio Santa Apolonia 2013, patrona de los odontólogos y estomatólogos, que entrega el Consejo General de Odontólogos y Estomatólogos de España anualmente a la mejor trayectoria profesional.
Dedicó su vida a curar a los paciente siempre con un trato amable y una sonrisa, y con una intensidad dificil de comprender.
Gran profesional, estuvo siempre enamorado de su mujer, Monsín Lleó, con la que tuvo cinco hijos. Dos de ellos, Enrique y Andrés Llobell Lleó, han seguido, cómo no, la estela del padre, el tío y el abuelo y trabajan en la misma clínica, en Valencia.
Publicado en Las Provincias