La ortodoncia ha evolucionado muchísimo en los últimos años y, actualmente, no hay duda de que los alineadores se han convertido en el tratamiento estrella. En este artículo explicamos qué son y qué ventajas tienen para los pacientes, así como sus diferencias con los aparatos de ortodoncia tradicionales.

Los alineadores: ¿qué son y cuándo utilizarlos?

Los alineadores son unas fundas transparentes que se realizan de forma personalizada para cada paciente. El objetivo de su uso es corregir la posición de los dientes de una forma más cómoda y discreta que con el uso de los brackets.

El tratamiento con alineadores debe estar siempre controlado por un profesional especializado de ortodoncia, quien hará un estudio previo de nuestra situación oral y coordinará los movimientos de nuestros dientes para conseguir la sonrisa que queremos.

Ventajas del uso de los alineadores

La principal ventaja de este tratamiento es la estética, ya que el paciente puede lucir una sonrisa natural al contrario que con los tradicionales brackets de metal.

Otra de las principales ventajas es la mejora en la higiene de nuestros pacientes. La ortodoncia convencional con brackets requiere invertir mucho más tiempo durante el cepillado, ya que es más difícil eliminar los restos de comida que se quedan retenidos por el aparato. Sin embargo, con los alineadores el paciente puede quitarse el aparato y limpiar sus dientes con total normalidad, gracias a esto disminuye mucho el riesgo de padecer gingivitis o periodontitis.

Además, este tipo de ortodoncia está altamente recomendada para pacientes que viajan mucho, viven varios meses al año en otro país o hacen deporte de contacto, ya que no suele ocasionar molestias y el paciente puede seguir cambiando sus alineadores a distancia siguiendo la pauta establecida por el profesional.

¿Cómo funcionan los alineadores?

El tratamiento con ortodoncia invisible es actualmente el tratamiento estrella por su discreción y comodidad para los pacientes, pero ¿cómo un plástico puede mover los dientes?

Es importante partir de la base de que con este tipo de ortodoncia no disponemos de un único aparato, sino que el doctor proporciona al paciente tandas de alineadores y es este quien hace el cambio desde su casa según los tiempos marcados por el especialista.

Para poder hacer los movimientos con este tipo de aparato se necesita añadir a los dientes unos “ataches», es decir, unos puntos de composite que se colocan en los dientes de forma estratégica con el objetivo de conseguir el movimiento deseado en las distintas piezas dentales.

Normalmente los alineadores se cambian cada siete o diez días, esto lo indicará el doctor y dependerá del tipo de movimiento a realizar. Además, las fundas deben de estar en boca una media de 22 horas diarias, es decir, el paciente sólo podrá quitárselas durante las comidas.

Diferencias entre brackets y alineadores

Cuando iniciamos un tratamiento de ortodoncia, el principal objetivo es, además de la estética, conseguir una buena relación entre nuestros dientes que nos permita comer de una manera correcta. Así que, independientemente del tipo de aparatología que utilicemos, debemos de tener claro que el objetivo final no va a cambiar.

Aclarado esto, en la actualidad existen principalmente dos tipos de aparatos de ortodoncia: la aparatología fija (brackets) y los alineadores. A continuación, explicamos sus similitudes y diferencias.

  1. Estética: Indiscutiblemente los alineadores es el tipo de aparato más discreto. Estos nos permiten modificar nuestra sonrisa sin necesidad de llevar aparatos metálicos. No obstante, existen distintos tipos de brackets más allá de los metálicos, como los de cerámica o zafiro, que tienen el mismo color del diente.
  2. Comodidad: Los brackets no requieren tanta implicación por parte del paciente ya que es un aparato fijo. Sin embargo, con los alineadores sí será de vital importancia que el paciente mantenga en boca el alineador el tiempo mínimo establecido, aunque pueda quitárselo durante las comidas.
  3. Dolor: Siempre que realizamos movimientos en los dientes sentimos una sensación de presión que va disminuyendo a lo largo de los días. Esto sucederá en los dos tipos de aparato.
  4. Duración: La duración del tratamiento no está ligada al tipo de aparato que utilicemos sino a la complejidad del caso.
  5. Higiene: En este apartado sí existe una clara diferencia entre los dos tipos de aparatos. Los alineadores nos permiten retirar el aparato de la boca para poder comer y cepillarnos los dientes con total normalidad. Este tratamiento permite que el paciente pueda pasarse la seda dental sin problemas, reduciendo así mucho el riesgo de padecer gingivitis y periodontitis. Con los brackets convencionales el paciente puede conseguir una buena higiene pero deberá invertir más tiempo en el cuidado de sus dientes, ya que tendrá que ser más minucioso para eliminar totalmente los restos de comida.

Finalmente, es importante destacar que el uso de los distintos aparatos de ortodoncia no son más que dos vías distintas para conseguir un mismo resultado: que el paciente luzca una sonrisa perfecta y funcional.

En la Clínica Llobell Cortell estudiamos cada caso en particular y ofrecemos distintas opciones a nuestros pacientes en función de sus necesidades. De esta forma podrán ser ellos quienes elijan qué tratamiento prefieren, siempre guiados y aconsejados por nuestro equipo de especialistas.